Viña Los Boldos
Autores y o colaboradores: Bormida & Yanzón (autor) y Juan Enrique González Gain (colaborador).
Localización: Requinoa, Chile.
Superficie proyectada: 5.452 m2.
Año de construcción: 2011-2013
Se encomendó la dirección técnica de arquitectura participando activamente desde el comienzo en el diseño. La autoría es del estudio BORMIDA & YANZON, de Mendoza con varias obras famosas en su país.
Los propietarios requerían una intervención integral para la rehabilitación y re-funcionalización de la bodega existente que comprendía varios edificios en torno a un patio central de maniobras poco funcional.
Se proyectó una nueva planta productiva pensando en una expansión de hasta tres veces su capacidad. El diseño debía dejar previsto cómo crecería la bodega en el tiempo aprovechando lo que había y las construcciones sucesivas sin tener que rearmar el programa y/o proyectado. Se distinguen así 3 premisas: Conservación/ Mejoramiento, Eliminación/Ampliación; Construcción/Complementación.
Se aprovecharon mejor los espacios y volúmenes, superando el organigrama productivo que tenía demasiadas funciones cruzadas ineficientes. El diseño respetó la arquitectura local, de raíz colonial chilena, dejando un gran patio central que mezcla jardines con patios de maniobra. Todo rodeado de corredores funcionales que albergan las funciones intermedias del proceso productivo e incorpora tecnología hacia el interior.
Se desarrolló un sistema constructivo que permite tener la altura para albergar los tanques de acero pero con muros gruesos y de carácter pesado y aspecto semirústico y con apoyo en los pilares de los corredores. Se logra proporción volumétrica y unificar visualmente el conjunto.
The architectural technical direction was entrusted, actively participating in the design process from the very beginning. The design was authored by the BORMIDA & YANZON studio from Mendoza, known for several famous works in their country.
The owners sought a comprehensive intervention for the rehabilitation and re-functionalization of the existing winery, which encompassed multiple buildings around a poorly functional central maneuvering courtyard. A new production plant was projected, considering an expansion of up to three times its capacity. The design had to account for the winery’s growth over time, making use of existing elements and allowing for successive constructions without the need for programmatic or design reconfiguration. Three premises distinguish the project: Conservation/Improvement, Elimination/Expansion, and Construction/Complementation.
Spaces and volumes were better utilized, overcoming the inefficient cross-functional layout that was previously in place. The design respected the local architecture, rooted in Chilean colonial heritage, while preserving a large central courtyard that blends gardens with maneuvering spaces. This layout is surrounded by functional corridors housing intermediate production process functions and incorporating technology.
A construction system was developed that provides the necessary height to accommodate steel tanks, employing thick walls with a heavy, semi-rustic appearance and relying on the pillars of the corridors for support. This achieves volumetric proportion and visually unifies the ensemble.