Café Vilapert Nueva Las Condes
Autores y o colaboradores: Juan Enrique González Gain.
Localización: Barrio Nueva Las Condes, Santiago.
Superficie proyectada: 174 m2.
Año de construcción: 2017
Ubicada en una zona moderna de la ciudad, parte de una cadena, este local es un festín visual que cautiva a primera vista. Emplazada estratégicamente en un entorno contemporáneo, su imagen es su carta de presentación. Los elementos de diseño se convierten en narradores visuales, guiando a los clientes a un espacio donde la estética y la experiencia convergen resaltando la imagen corporativa de la marca.
Desde el exterior, líneas limpias y geometrías atractivas llaman la atención, invitando a explorar su interior. El uso audaz de colores y texturas crea un ambiente visualmente impactante que se extiende desde el mobiliario hasta la disposición del espacio.
La disposición interior es una sinfonía de formas y tonos, donde cada detalle está cuidadosamente orquestado para generar una experiencia sensorial. La iluminación juega un papel esencial, realzando cada rincón y creando una atmósfera que invita a quedarse. Cada rincón ofrece una nueva perspectiva visual, desde rincones acogedores hasta espacios amplios y abiertos.
Los elementos decorativos funcionan como piezas de arte en sí mismos, atrayendo la mirada y generando un sentido de descubrimiento. Esta cafetería entiende que la imagen no es solo una estética superficial, sino una forma de comunicación que conecta con los sentidos y emociones de los clientes.
En resumen, la cafetería se presenta como una obra de arte en movimiento. Su imagen es su mayor activo, capturando la atención y la imaginación de los clientes.
Situated in a modern area of the city and part of a chain, this establishment is a visual feast that captivates at first glance. Positioned strategically in a contemporary setting, its image serves as its introduction. Design elements become visual storytellers, guiding customers into a space where aesthetics and experience converge, highlighting the brand’s corporate identity.
From the exterior, clean lines and appealing geometries draw attention, inviting exploration of the interior. Bold use of colors and textures creates a visually striking environment that extends from the furnishings to the spatial arrangement.
The interior layout is a symphony of forms and tones, where each detail is carefully orchestrated to evoke a sensory experience. Lighting plays a pivotal role, enhancing each corner and crafting an inviting atmosphere. Every nook provides a fresh visual perspective, from cozy corners to spacious open areas.
Decorative elements function as standalone pieces of art, drawing gazes and evoking a sense of discovery. This café understands that image is not merely superficial aesthetics but a form of communication that resonates with the senses and emotions of customers.
In summary, the café presents itself as a work of moving art. Its image stands as its most valuable asset, capturing customers’ attention and imagination.